ahorrar y estudiar

Es importante que lleves un control de tus gastos para así lograr ahorrar lo deseado, estas son las dos variantes principales para ahorrar mientras estudias:

Alimentación

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Tendrás que ser inteligente con la compra de alimentos. Haz una “gran compra” rentable al principio de cada semana y minimiza el número de comidas para llevar. Compra productos de valor del supermercado en lugar de marcas conocidas, y haz la compra al final del día, cuando muchos artículos están rebajados. Comparte la cocina con tus compañeros de casa y planifica las comidas diarias con antelación. Ahorrarás dinero si preparas almuerzos para llevar en lugar de comprar un sándwich o ir a una cafetería.

Transporte

No pagues de más por el transporte. La mayoría de las universidades están situadas en ciudades con excelentes conexiones de transporte público, o en el campus, donde todo está a la puerta. Probablemente no necesitarás un coche mientras estudias, sobre todo si estudias carreras como ciencias de la educación, arquitectura o medicina, donde tienes que cargar el material que necesites en clases. En su lugar, aprovecha los descuentos para estudiantes en los viajes.

Los autobuses locales siguen siendo una de las formas más baratas de desplazarse. Comprueba si tienes derecho a algún descuento para estudiantes o a pases semanales o mensuales en los servicios que utilizas.

Banca sencilla para estudiantes

ahorrar para estudiar

La forma en que realizas tus operaciones bancarias como estudiante puede hacer que tu presupuesto no suponga ningún esfuerzo e incluso que ganes dinero extra. A continuación te explicamos cómo aprovechar al máximo la oferta:

  • No te quedes con tu banco actual: todos los bancos de la calle ofrecen cuentas bancarias específicas para estudiantes, así que merece la pena comparar. Elegir bien puede ayudarte a ahorrar dinero con regalos y descuentos, y a pagar menos por los préstamos en caso de emergencia o si gastas de más. Compara regularmente las ofertas, y cambia de banco si lo necesitas, para aprovechar las mejores ofertas.
  • Tener más de una cuenta bancaria: Las cuentas de estudiante vienen con extras decentes, por lo que sólo puedes tener una a la vez. Eso no significa que no puedas tener otras cuentas bancarias. Podrías poner tu préstamo estudiantil y tu sueldo en una cuenta, y luego transferir el dinero a otra cuenta para pagar facturas y domiciliar recibos. Tus ahorros pueden estar en otro banco si éste ofrece mejores tipos de interés o bonificaciones en efectivo. Siempre que cumplas las condiciones de la cuenta, no hay razón para que no puedas mezclar y combinar.

  • Utilizar el ahorro perezoso para acumular efectivo: Esta es una forma fácil de ahorrar para las vacaciones, las emergencias o cualquier otra cosa para la que puedas necesitar efectivo en el futuro, ya que tu banco o aplicación de ahorro lo hace todo automáticamente. Con una función de ahorro automático, redondeo o ahorro de cambio, cada vez que pague con su tarjeta de débito, el importe se redondeará a la libra más cercana y los céntimos sobrantes se trasladarán a una cuenta de ahorro o secundaria. Cada vez son más los bancos digitales y las aplicaciones independientes que ofrecen funciones de ahorro automático, que funcionan de forma segura con las cuentas existentes.

 

  • Utilizar las tarjetas de crédito con prudencia: pedir un crédito para gastar más de lo que se tiene sólo debería utilizarse cuando sea el medio más barato de pedir prestado. Las tarjetas de crédito al 0% son un poco como los descubiertos para estudiantes, ya que no tendrás que pagar intereses por el dinero prestado. Algunas tarjetas ofrecen devoluciones de dinero sobre el gasto, por lo que el uso de una tarjeta especializada puede dar lugar a un reembolso decente al final del año. Una vez más, la única forma de beneficiarse de las tarjetas de crédito es respetar las condiciones. Una vez que empieces a pagar intereses, comisiones o penalizaciones, tu crédito te costará más.

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