Estudiar no tiene por qué ser difícil. De hecho, existen muchos métodos sencillos que simplifican todo el proceso. Estudiar no tiene por qué ser difícil. De hecho, existen muchos métodos sencillos que simplifican todo el proceso de los estudiantes.
Es cierto: no todos los métodos funcionan para todas las personas, pero, con un poco de ensayo y error. Puedes encontrar los métodos que te funcionan y seguirlos como si tu vida dependiera de ellos. O, al menos, como si tus notas lo hicieran. Aunque nada sustituye al trabajo duro de toda la vida, todo ayuda cuando se trata de aumentar tu eficiencia en la universidad (porque sabemos que a veces puede ser abrumador).
Mastica chicle.
El acto de masticar chicle es en realidad un potenciador del cerebro. Y, dado que no tiene efectos secundarios graves (como puede ocurrir con la cafeína), masticar tu sabor favorito es una gran ayuda para el estudio.
¿Por qué? Los científicos no saben exactamente por qué masticar chicle ayuda a concentrarse, pero creen que se debe a que el acto de masticar nos despierta y nos mantiene concentrados.
Controla tu concentración.
A veces, tú mismo eres tu peor enemigo. Puedes bloquearte literalmente para no distraerte con las páginas web, el correo electrónico o cualquier otra cosa relacionada con el ordenador con aplicaciones como SelfControl (para Mac) o Cold Turkey (para PC). También hay opciones similares para los usuarios de Android.
Descarga aplicaciones de estudio.
Probablemente sepas que hay más aplicaciones para estudiantes de las que podrías necesitar o desear, los estudiantes de las mejores preparatorias en san luis las usan y dan excelentes resultados. Elige una o dos que se adapten a tus necesidades de estudio y utilízalas.
Come.
Sí, has leído bien: hemos hecho una lista que incluye una de las necesidades humanas básicas. Porque sabemos que algunos estudiantes necesitan que se les recuerde que deben comer. Comer sano y nutritivo (y, con suerte, delicioso). Esto es algo obvio, ya que el cerebro necesita alimentos para funcionar.
Busca en Internet.
Busca recursos de estudio externos a través de la web. Busca en Google tu asignatura: a menudo hay grandes recursos de otras universidades que pueden tener cuestionarios de práctica, por ejemplo. Si introduces “site:edu [tu asignatura] examen” en Google, podrás acceder a exámenes de diferentes universidades con preguntas relacionadas con tu asignatura para practicar el estudio.
O bien, en YouTube puede haber alguien que explique los temas que estás estudiando en términos sencillos. Hay un sinfín de canales que ofrecen tutoriales gratuitos, como CrashCourse, Khan Academy, Brightstorm o Bozeman Science, por nombrar algunos. Una búsqueda rápida te llevará a una gran cantidad de recursos.
Dale vida a tus apuntes.
Añade indicaciones visuales y colores a tus apuntes para ayudarte a recordar detalles importantes, lo que puede ayudarte a recordar.
Esta idea surge de los conceptos de los mapas mentales, que son básicamente diagramas de pensamiento, y se dice que son mucho más eficaces en términos de aprendizaje que las notas basadas en texto. Existen incluso programas de mapas mentales para los interesados (pero la creatividad, los bolígrafos y el papel también funcionan bien).
Dispositivos técnicos.
Alrededor de la escuela primaria y secundaria, es probable que recuerdes haber aprendido el orden de las operaciones a través de dispositivos técnicos. Si no aprendiste esas variaciones exactas, probablemente fue algo similar.
La cuestión es que no hay nada que te impida crear los tuyos propios para ayudarte a recordar el material para tu examen de química avanzada. Puedes recordar fácilmente los conceptos clave, las secuencias y cualquier otra cosa que necesites aprender creando tu propia historia relacionable. Piensa en algo que sepas que puedes recordar y sigue con ello. Te ayudará de verdad.
Mira estas razones por las que son importantes las matemáticas.
