Habilidades de un abogado

Habilidades que todo buen abogado debe tener

Como en cualquier otra carrera, el éxito de la abogacía se basa en tener las habilidades adecuadas. Para ser un abogado a veces hay que ser un escritor creativo y persuasivo, pero otras veces hay que ser analítico y desapasionado.

Hay que dedicarse a los libros, pero tampoco hay que tener miedo a la atención y a hablar delante de la gente. Tienes que ser encantador con la gente, pero también tienes que ser frío y claro con ellos a veces.

En resumen, ser un abogado es ser una contradicción andante. Necesitas las habilidades de un científico y de un artista, de un extrovertido y de un introvertido, y también tienes que destacar en esas habilidades.

En ManzaStudio nos interesa tu futuro profesional, por lo que te compartimos las habilidades que realmente se necesitan para ser un buen abogado.

 

Habilidades para ser un abogado exitoso

Atención al detalle

El trabajo de un abogado consiste en encontrar la pieza de información que no encaja, o que sí encaja, en una determinada tendencia. Aunque no es exactamente glamuroso, es una parte vital de la preparación previa al juicio y, en realidad, es en lo que consiste la mayor parte del trabajo. En definitiva, es un trabajo agotador, que requiere mucho tiempo y que, sin la atención al detalle, sería imposible.

 

 

Habilidades de un abogado: atención al detalle

 

 

Razonamiento lógico

La atención al detalle significa ser capaz de detectar una aguja en un pajar; el razonamiento lógico significa preguntarse qué significa esa aguja, qué implica y si se han detectado agujas similares en otros lugares.

Eso es lo que significa el razonamiento lógico, y el derecho está lleno de él. El universo es desordenado, desordenado y a menudo aleatorio. El razonamiento lógico consiste en tratar de encontrar patrones y explicaciones para esos patrones, entre todo el caos.

 

Lectura y escritura jurídicas

La lectura y la escritura son las habilidades profesionales más básicas y se requieren para casi todas las carreras imaginables. Sin embargo, la lectura y la escritura de documentos jurídicos es un asunto totalmente diferente. El lenguaje del derecho es a menudo denso y puede ser casi impenetrable para un extraño.

Las legislaciones, constituciones, enmiendas, derechos, leyes, leyes penales, proyectos de ley y directivas son, la mayoría de las veces, inmensamente difíciles de interpretar. Aprender a leer y escribir sobre la ley requiere una gran capacidad de análisis y la adquisición de todo un nuevo vocabulario.

Para que te hagas una idea, he aquí un rápido desglose de algunos términos jurídicos latinos de uso común. Algunos se utilizan en el lenguaje cotidiano, mientras que otros son muy especializados:

  • Ad hoc: Solución a una situación particular que no está pensada para ser utilizada en otras situaciones.
  • De facto: Algo que es legalmente cierto en la práctica, pero que nunca se ha convertido en algo oficial.
  • Malum in se: Acto que debe ser considerado inmoral por todos, independientemente de lo que diga la ley.
  • Nemo dat quod non habet: La idea de que si compras algo que ha sido robado, entonces no tienes derecho legal a ello.
  • Nota bene: Se traduce literalmente como “nota bien” y se utiliza para dirigir la atención de la gente a algo particularmente importante al final de un documento.
  • Pro bono: Trabajo que se realiza de forma gratuita.

 

Perfeccionismo

Tu atención a los detalles y tu perseverancia deben culminar en una especie de perfeccionismo que significa que tu caso es impecable. Durante un juicio, el trabajo del otro abogado es encontrar agujeros en tu caso, al igual que es tu trabajo encontrar agujeros en el suyo, así que tienes que asegurarte de que no hay agujeros que encontrar. Como mínimo, tienes que ser capaz de explicar todos esos agujeros y eso pasa por estar preparado y ser un perfeccionista.

 

 

Habilidades de un abogado: perfeccionismo

 

 

Confianza en ti mismo

Ya sea un jurado, un cliente o un juez, nadie cree en un abogado que no cree en sí mismo.

La confianza en uno mismo es vital. Sin ella, no podrás convencer a nadie de nada, y convencer a la gente es algo que tendrás que hacer mucho como abogado. Los clientes necesitan estar convencidos de que ofreces el mejor servicio, los jurados necesitan estar convencidos de la inocencia de tu cliente y los jueces necesitan estar convencidos que te ciñes a la ley.

 

Autodisciplina

Trabajar por cuenta propia significa que hay que disciplinarse para trabajar. Esto puede ser especialmente difícil para los abogados, cuando el trabajo en cuestión puede ser tan difícil.

Sin embargo, antes de llegar a ese punto, necesitarás las habilidades adecuadas. Así decidas estudiar de forma tradicional, o estudiar una licenciatura ejecutiva en derecho, requerirás de gran autodisciplina. Conseguir los títulos jurídicos adecuados puede llevar años y costar mucho dinero. Nadie te va a obligar a conseguir esas habilidades; tienes que obligarte a ti mismo a hacerlo.

 


 

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