Para muchos solicitantes de empleo, el CV es el primer punto de contacto con un posible empleador. Es la primera oportunidad para venderse, hacerse notar y, sobre todo, asegurarse de que no se le cierra ninguna puerta. La primera impresión es la que cuenta. Desde como redactas y como diseñas, hasta tus estudios te ayudarán a mejorar tu CV. Estudiar una maestría te dará muchas ventajas en la vida laboral.
Prepara tu CV con anticipación
Es una buena idea preparar el CV con bastante antelación antes de detectar cualquier oportunidad de empleo y, desde luego, con bastante antelación a la fecha de cierre, para que no se haga con prisas. De este modo, se asegura de que dispondrá de los elementos básicos sobre los que basarse y podrá adaptar el CV a cada oportunidad específica sin demasiado trabajo adicional.
Comprueba ortografía y gramática
Probablemente ya lo haya oído antes, pero vale la pena repetirlo porque hay demasiados ejemplos de personas que ignoran este consejo: asegúrese de revisarlo (mejor aún, pida a otra persona que lo revise) para comprobar la claridad, la ortografía y la gramática. Los errores enviarán su CV a la papelera (metafóricamente, si es electrónico).
Revisa tu CV más de una vez
Dado que su CV debe adaptarse a cada oportunidad de empleo, revíselo dos veces para asegurarse de que tiene la versión correcta para esa empresa u organización en concreto: no hay nada peor que centrarse en sus habilidades de gestión de personal, por ejemplo, cuando la empresa en cuestión busca en realidad a alguien que trabaje por su cuenta y tenga iniciativa propia.
Facilita la lectura de su CV
Facilite la lectura de su CV y hágalo interesante: los empleadores tendrán muchos currículos que examinar, así que no se lo ponga difícil; en lugar de eso, hágalo ameno; piense en el tipo de letra (¡y no caiga en la tentación de elegir una opción estrafalaria!), el tamaño del tipo y la densidad del texto; evite los colores que no sean el negro.
Escribe bloques de texto cortos para tu CV
Los bloques de texto cortos funcionan bien, y las viñetas están bien siempre que la lista no sea demasiado larga; de nuevo, utilice el “principio del placer” como guía general.
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